sábado, 18 de abril de 2009

FAVORECER LA AUTONOMÍA PERSONAL DE LOS/AS NIÑOS/AS
Enseñarle hábitos y destrezas de autonomía e incentivarle a que las practique en el día a día. Los hábitos de autonomía constituyen algo indispensable para los niños, favoreciendo su desarrollo.
Cuando queremos que un niño aprenda un comportamiento debemos formular un objetivo y definirlo concretamente, por ejemplo: "quiero que el niño aprenda a comer sin levantarse de la mesa", es mucho más correcto que decir: "quiero que el niño coma de forma correcta y civilizada".
Nunca debemos poner un objetivo por encima de las posibilidades del niño. Hay que evitar errores por exceso y por defecto, es decir, no exigirle más de lo que puede pero tampoco menos de lo que es capaz.
Hay que ofrecer al niño oportunidades de practicar aquello que se desea que haga, aún cuando inicialmente suponga un mayor esfuerzo y mucho más tiempo y paciencia que si la tarea fuese resuelta por el adulto. En muchas ocasiones por las prisas y para ganar tiempo se priva a los niños de la oportunidad de aprender y de realizar las cosas por si mismo. Para la instauración de un hábito es sumamente útil aprovechar el deseo espontáneo de los niños ayudándoles a realizar la acción a fin de que la lleven a cabo lo mejor posible y felicitándoles luego por el éxito obtenido; lentamente, a medida que sus movimientos sean más precisos y coordinados se podrá retirar la ayuda y al cabo de un tiempo se irán manejando hábilmente por si solos. Si el niño no manifiesta un comportamiento inicial que implique colaboración, iniciaremos nosotros la enseñanza del hábito, mostrándole qué es lo que se esperaba que hiciera, mediante un modelo a imitar. Por ejemplo: "coge el peine de este modo y deslízalo, i”Lo haces muy bien"!
Si la limitación de tiempo es un impedimento para ofrecer la oportunidad al niño de aprender y como es imprescindible que practique, se puede optar por comenzar el entrenamiento los fines de semana, sin prisas por causa del trabajo o la escuela, y lentamente hacer que esto se generalice a la vida diaria, aprovechando los períodos de fiesta o vacaciones para afianzar aquello que vaya aprendiendo. Busquen cada día algún tiempo, por corto que sea, para dedicar al niño su atención y enseñarle a hacer algo de forma adecuada (recoger una prenda, ayudar a poner la mesa, etc).
Si queremos que las habilidades adquiridas se mantengan debemos gratificarlas o premiarlas; si nuestro hijo recoge un día su habitación y le entregamos un cromo de su colección favorita, le mostramos nuestra alegría y lo hacemos de forma sistemática, es muy probable que aumente sus conductas de colaboración; si el niño colabora en tareas del hogar y le demostramos alegría por su ayuda, y esto lo hacemos de forma sistemática, es muy probable que aumente sus conductas en sucesivas ocasiones. Las consecuencias de nuestros actos influyen siempre en la posibilidad de que éstos se repitan. Cuando un niño se acuesta a la hora estipulada y sus padres le reflejan su satisfacción, besándole en la cama o diciéndole i”qué mayor eres”!, i”qué contentos estamos”!, ... es probable que el niño no busque la atención de sus padres por otros medios.

Ángeles. Psicóloga y madre

EMPAREDADO DE CHOPEDD CON SALSA DE ROQUEFORT

Ayer tenía que preparar algo de cena, y la verdad me cogió el toro. Se me hizo tarde e improvisé, se me ocurrió rebozar unas rodajas gorditas de chopedd Crismona en huevo y pan rallado y freirlas. Preparé una salsa de roquefort (roque y nata para suavizar). Quedaron de muerte, doraditas y sabrosas.
Las acompañé con una ensalada, así que una cena completa.

viernes, 17 de abril de 2009


MEDALLONES DE MERLUZA A LA CREMA
Os dejo también una receta de pescado, es la primera vez que la hago de esta manera y me ha sorprendido la mezcla de sabores.
- Rodajas de merluza
- Champiñones
- Ajos
- Nata líquida
- Sal y pimienta blanca
- Perejil picado
- Aceite de oliva virgen
Ponemos los champiñones al fuego en una sartén, con el ajo bien picado. Una vez hechos se les añade la nata, el perejil picado, la sal y la pimienta y mezclamos todo bien.
Ponemos los medallones en la bandeja de horno, cubriendo con la salsa de champiñones. Metemos en el horno previamente precalentado el programa turbo a 210º durante 15 minutos. Posición en el horno alta, yo la puse en la 3ª contando por debajo.

VERBENA DE VERDURAS CON ARROZ BLANCO

Aquí estoy de nuevo, os traigo una receta de verduras, ¡que maravilla, las verduras!, le he puesto carne picada y queso viejo de oveja. Ha resultado una receta muy sabrosa.
- Ajos
- Cebolla
- Tomate
- Pimiento verde
- Calabacín
- Zanahoria
- Carne picada de cerdo
- Queso viejo de oveja
- Aceite de oliva virgen
- Sal y pimienta
- Arroz
- Zumo de limón
- Nuez moscada
Hacemos un sofrito con la verdura. Cuando esté hecho, añadimos la carne picada y salpimentar. Cuando esté doradita, ponemos lascas de queso y dejamos que se funda.
Por otro lado preparamos el arroz blanco. Cocemos y al escurrir le añadimos sal, nuez moscada (poquita), zumo de limón y un chorreón de aceite.
Presentar las verduras con el arroz y a comer!!

lunes, 13 de abril de 2009

RECETAS DE EDUCACIÓN

Hoy os traigo una receta sobre educación, considero que una actitud positiva ante la vida nos ayuda a enfrentarla mejor, por eso es importante que ayudemos a nuestros hijos a construir pensamientos positivos sobre las experiencias, vivencias,...
El niñ@ que desarrolla un pensamiento positivo se sabe capaz de enfrentar nuevos retos sin miedo al fracaso, atribuye a su actuación los éxitos y evalúa qué responsabilidad tiene en los fracasos, de manera que se superará en el próximo intento y será capaz de ver lo que vale de cada situación.
El pensamiento positivo genera un estado emocional estable de optimismo.

También es importante que controlen sus emociones, por eso os sugiero 2 ejercicios que podeis hacer con ellos.
El objetivo es lograr que el niñ@ sea reflexivo, es decir, que ante una emoción fuerte se pare, piense y luego actúe.
Técnica del oso Arturo.
Consiste en realizar cuatro dibujos de un oso o del personaje preferido del niñ@, que nos muestran los pasos para:
1. Definir el problema (puede verse el oso pensativo).
2. Buscar alternativas de solución y elegir una (aparece una bombilla iluminada junto al oso).
3. Pensar un plan de actuación y llevarlo a cabo (se ve al oso haciendo alguna tarea para resolver su problema).
4. Evaluar la ejecución del plan y los resultados obtenidos (el oso está satisfecho y reflexiona sobre si ha actuado de la forma adecuada o si existía otra mejor.

Técnica del semáforo.
Dibujamos un semáforo con el niñ@ y lo colgamos en un lugar visible de su habitación. Cuando la emoción le embargue, le llevamos hasta el dibujo y le recordamos lo que significa cada color:
· Rojo. “Igual que te quedas quiet@ en la acera y no cruzas la calle, párate y piensa qué te ocurre”.
· Amarillo. “Todavía no puedes empezar a andar hasta que estés segur@ de que los coches se pararán. Tampoco puedes actuar si no decides qué vas hacer y no piensas qué ocurrirá cuando lo hagas”.
· Verde. “Ahora puedes cruzar. Pon en marcha tu plan y resuelve el problema. Luego me cuentas cómo te ha ido.

Ángeles. Psicóloga y madre