En esta nueva edición de la escuela papás y mamás os presento pautas para conseguir que vuestros/as hijos/as pidan las cosas adecuadamente y saber en que momenos debemos atender las demanda y cuales no.
• REALIZAR PETICIONES ADECUADAS.
Puede ser que sin darse cuenta se hayan acostumbrado a pedir algo a su hijo muchas veces, sin esperar que haga caso a la primera llamada. Piensen el número determinado de llamadas o peticiones que consideran normales antes de comenzar a irritarse y acudir a buscarle. Por su parte, el niño también se ha podido acostumbrar a que sus padres le manden las cosas muchas veces sin consecuencias antes de lo que parece ser la llamada real: el último grito junto con el sonido de la puerta de la cocina que indica que papá o mamá va a por él. Este tipo de situaciones deterioran la convivencia familiar, ya que los padres sentís que vuestro hijo no os hace caso y el niño tiene la impresión de que siempre le están diciendo lo que tiene que hacer y además a gritos.
Por este motivo, merece la pena cambiar algunas actitudes. Les sugiero que le comuniquen al niño que a partir de ahora cuando se le pida o llame para algo sólo habrá dos ocasiones para obedecer. Si tras formular la petición de lo que debe hacer dos veces, no responde ir a buscarle sin chillar y obligarle a hacer lo que se le ha pedido.
• ATENDER SOLO A PETICIONES ADECUADAS.
Es importante que el niño aprenda y se habitúe a pedir las cosas con corrección y a no ver cumplidos sus deseos de forma inmediata. Esto le ayudará a aceptar que los demás no quieran hacer lo que a él le apetece, a saber perder y a ser capaz de esperar para obtener algo.
Para que asuma normas nuevas, deben establecer limites claros y absolutamente inamovibles al principio, para no confundirle con lo que está o no está permitido. Álvaro necesita comprobar que no se puede salir siempre con la suya y que al responder ¡n adecuadamente no conseguirá ningún tipo de gratificación. De este modo, le ayudarán a ir acostumbrándose a pedir las cosas con buenos modos y a adecuar sus deseos a las posibilidades reales. Explíquenle que, a partir de este momento, cuando pida las cosas de malos modos dejarán de prestarle atención, no verá cumplidos sus deseos y el asunto, tenga o no tenga razón, no se discutirá más. En su lugar, cuando lo pida correctamente recibirá atención, se considerará su petición y, si es posible, se aceptará
Durante las primeras semanas de llevar a cabo estas normas, es recomendable que atendáis la petición de Álvaro si es adecuada o bien si siendo en principio incorrecta, rectifica voluntariamente su comportamiento, es decir si sabe frenar su malestar y hacer una petición más adecuada. Más adelante, podréis subir el nivel de exigencia, considerando sus demandas siempre que sean correctas y no vayan precedidas por reacciones inadecuadas.
Puede ser que sin darse cuenta se hayan acostumbrado a pedir algo a su hijo muchas veces, sin esperar que haga caso a la primera llamada. Piensen el número determinado de llamadas o peticiones que consideran normales antes de comenzar a irritarse y acudir a buscarle. Por su parte, el niño también se ha podido acostumbrar a que sus padres le manden las cosas muchas veces sin consecuencias antes de lo que parece ser la llamada real: el último grito junto con el sonido de la puerta de la cocina que indica que papá o mamá va a por él. Este tipo de situaciones deterioran la convivencia familiar, ya que los padres sentís que vuestro hijo no os hace caso y el niño tiene la impresión de que siempre le están diciendo lo que tiene que hacer y además a gritos.
Por este motivo, merece la pena cambiar algunas actitudes. Les sugiero que le comuniquen al niño que a partir de ahora cuando se le pida o llame para algo sólo habrá dos ocasiones para obedecer. Si tras formular la petición de lo que debe hacer dos veces, no responde ir a buscarle sin chillar y obligarle a hacer lo que se le ha pedido.
• ATENDER SOLO A PETICIONES ADECUADAS.
Es importante que el niño aprenda y se habitúe a pedir las cosas con corrección y a no ver cumplidos sus deseos de forma inmediata. Esto le ayudará a aceptar que los demás no quieran hacer lo que a él le apetece, a saber perder y a ser capaz de esperar para obtener algo.
Para que asuma normas nuevas, deben establecer limites claros y absolutamente inamovibles al principio, para no confundirle con lo que está o no está permitido. Álvaro necesita comprobar que no se puede salir siempre con la suya y que al responder ¡n adecuadamente no conseguirá ningún tipo de gratificación. De este modo, le ayudarán a ir acostumbrándose a pedir las cosas con buenos modos y a adecuar sus deseos a las posibilidades reales. Explíquenle que, a partir de este momento, cuando pida las cosas de malos modos dejarán de prestarle atención, no verá cumplidos sus deseos y el asunto, tenga o no tenga razón, no se discutirá más. En su lugar, cuando lo pida correctamente recibirá atención, se considerará su petición y, si es posible, se aceptará
Durante las primeras semanas de llevar a cabo estas normas, es recomendable que atendáis la petición de Álvaro si es adecuada o bien si siendo en principio incorrecta, rectifica voluntariamente su comportamiento, es decir si sabe frenar su malestar y hacer una petición más adecuada. Más adelante, podréis subir el nivel de exigencia, considerando sus demandas siempre que sean correctas y no vayan precedidas por reacciones inadecuadas.
Palomitas de maíz
No sabes lo bien que me vienen tus consejos, Mario esta ahora en ese plan, hay que decirle las cosas mil veces para que las haga, lo porndré en práctica, gracias!
ResponderEliminarBesos.